Durante la trayectoria artística del maestro Fernando Saldías, ha ejecutado obras para diferentes entidades oficiales y particulares como el Palacio de Gobierno, Congreso de la República, el Palacio Torre Tagle, la Comandancia General de la Marina de Guerra, la Cripta del Gran Almirante Miguel Grau en la Escuela Naval del Perú, el Club de oficiales de la Marina (San Borja), el Instituto Internacional de la papa, Club Nacional, el Colegio de la Inmaculada (Jesuitas) y para colecciones particulares en el Perú y el extranjero.
«Toda obra de arte tiene un valor relativo, consecuente al nivel de creación que ella representa. Cuando se trata de originales esto no constituye mayor problema que el de la calificación del nivel que le corresponde, pero, si lo que vamos a juzgar es la copia de un original, el juicio apreciativo se complica, por cuanto toda copia, en principio, solo representa un remedo de los valores creativos de la obra de arte. No es, pues sólito que se juzgue el valor de la copia como obra de arte en sí, pues ello encierra solamente una apreciación de habilidad manual más no de creación. Pero he aquí que nos encontramos frente a una exposición de copias en las cuales la pasmosa capacidad de traslación ha sido cumplida con tal fidelidad que nos pone ante el hecho insólito de tener que juzgar estas copias como si juzgáramos obras de creación original.
Porque, lo que Fernando Saldías, joven artista peruano que ya antes de su viaje a Europa realizara en Lima asombrosas copias de maestros clásicos, y que en Bruselas en la más ilustre de las instituciones de restauración de obras de arte, ha realizado estudios especializados, ahora nos presenta, en un alarde de maestría, a mi juicio insuperable, tanto de ejemplares anteriores a su viaje al Viejo Continente, como otros que ha realizado en los más importantes museos de Europa; obras de tan ajustada fidelidad de este genial copista, hasta el más exigente experto en arte las tomaría como obras originales.
Viene a ser; pues, insólito, pero justificado, el que hagamos la presentación de esta muestra en la que Saldías nos regala con una visión de los grandes maestros clásicos y en la cual hace gala de un eclecticismo de procedimientos como de una asombrosa maestría técnica.
Creo no pecar de exagerado afirmando que será muy difícil encontrar en todo el mundo actual alguien que lo supere en esa pasmosa habilidad con que la Providencia lo ha dotado. Y este no es un juicio solamente mío, en realidad ha sido también el estupor y el asombro de quienes en Europa tuvieron oportunidad de ver las copias ejecutadas por Fernando Saldías, muchas de las cuales fueron confundidas con los propios originales y hasta motivo de controversia, polémicas y también de alguna que otra broma que dejara incómodo a más de un célebre experto internacional. Pero el caso es que no se puede pedir fidelidad mayor y no se puede tampoco exigir, porque llega hasta el nivel mismo del original, una calidad técnica tan prodigiosa como minuciosamente sostenida; pues los cuadros han sido realizados reconstruyendo pacienzudamente una por una las etapas de la elaboración original. Soportes preparados en idéntica forma que lo hacía el maestro, del que se estaba copiando; colores, barnices, emulsiones idénticas a las que usó, procedimiento de aplicación, pintados y sobrepintados, resaltes y veladuras que algunas veces, como es la célebre frase del Tiziano: «velature e tranta a quaranta», pusieron a prueba la honestidad y paciencia sostenidas por el talento del copista.
Aquel que visite esta exposición no sentirá que se haya frente a copias sino que vivirá el éxtasis estético y la sensación de sentirse transportado a un «museo imaginario» como aquel que soñara Malraux, en el cual en un mismo lugar y en un mismo instante, variados ejemplares de las más hermosas pinturas de diversas épocas y diversos maestros se reunieron mágicamente en Lima para regalarnos esta fiesta de magistral oficio y genial creación que el deslumbrante talento de Fernando Saldías, recogió en sus pinceles de copista y traspuso con fidelidad alucinante para, a la manera de un traumaturgo, traer hasta nosotros todo el esplendor de la gran pintura de antaño a través del asombroso talento traslatorio de este joven limeño, asombroso y apasionado, con cualidades de un oficio que en nuestros días más que nunca nos reafirma en los valores eternos del arte de la pintura».
Juan Manuel Ugarte Elespuru
Director de la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes
El Dr. Paul Coremans eminente experto de la UNESCO que gozaba de prestigio universal fue Director fundador del Institut Royal Du Patrimoine Artistique, IRPA de Bruselas, la institución más grande y mejor equipada del mundo dedicada a la investigación, conservación y restauración de bienes culturales.
Fernando Saldías tuvo la ocasión de conocerlo y mostrarle al Dr. Coremans su trabajo de técnica pictórica que estaba realizando en el Museo del Prado, después de apreciar su trabajo que hizo del cuadro de Rubens: “Cabezas de Negro” del cual se expresó: “se que no es nada fácil hacerlo”… lo invitó para que fuera a Bruselas donde le otorgó una beca especial, puesto que las 12 becas destinadas por la UNESCO a nivel internacional ya estaban asignadas. El Dr. Coremans solicitó una beca al Ministerio de Cultura del gobierno Belga la cual le fue otorgada y asi mismo solicitó al Patronato del Museo de Arte de Lima, nombrar a Fernando Saldías como restaurador del Laboratorio de Conservación y Restauración del Museo, subsanando el requisito oficial y de esta manera seguir el curso de Post-grado en Investigación Conservación y Restauración de Bienes Culturales, dictado por los más importantes expertos internacionales y auspiciado por la UNESCO, ICCROM y la Universidad de Gante que se dictaba en el IRPA.
Esta beca representa el reconocimiento por tan importante experto al trabajo que estaba realizando Fernando Saldías.
Durante su permanencia en Bruselas, Fernando Saldías ejecutó varios trabajos en el Museo Real de Arte Antiguo, entre ellos «Cabezas de Negro» de Rubens y el retrato de «Nicolaes Van Bambeeck de Rembrandt, los cuales fueron examinados por los expertos del Instituto Real (IRPA) tanto por historiadores del arte del Centro de Primitivos Flamencos que funciona en el mismo Instituto, como por los restauradores, habituados a trabajar con las obras originales del Museo, sin embargo a pesar de su gran experiencia, ellos confundieron éstos cuadros con los propios originales que se exhiben en el Museo Real de Arte Antiguo de Bruselas y que fueron tratados en su oportunidad en el mismo Instituto Real del Patrimonio Artístico, IRPA, inclusive fue necesario radiografiarlos para así compararlos con las placas radiográficas del cuadro original que conservan en su archivo.
Lo que demuestra que el esfuerzo invertido por Fernando Saldías en este trabajo de perfeccionamiento en las Técnicas pictóricas de los grandes maestros del Arte Universal fue recompensado con el éxito.
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